Mi nombre es Deisy. Mis padres son Martin y Esperanza y somos cuatro hijos. Mi hija Meili es la alegría de nuestra familia. Nos unimos a la iglesia luterana hace 28 años. Con gran alegría y eterna gratitud, puedo decir que conocer la Iglesia Luterana fue un cambio de 180 grados para nuestra familia. Sin la iglesia, nuestras vidas habrían estado en un camino traicionero de necesidades, desesperanza y falta de propósito.
Gracias a Dios, en estas experiencias cristianas de comunidad y servicio que desarrollé en la iglesia, aprendí a hablar en público, a tener habilidades de pensamiento crítico, a respetar las opiniones de los demás, al trabajo en equipo, al servicio, a la amistad, a la fuerza espiritual y mucho más, todas cosas que en la escuela o la universidad no habría desarrollado de la misma manera. Me gradué con un título en Comercio Internacional en 2014.
Mi vocación profesional se inspiró en las continuas interacciones con personas de otras comunidades y países. Aprender y hablar inglés se convirtió en la oportunidad de alcanzar mis sueños, así como la oportunidad inspiradora para el espíritu empresarial. Gracias a esta habilidad,
tuve la bendición de representar a mi iglesia nacional y a Colombia como consejera internacional en Outlaw Ranch, un campamento bíblico ELCA en Dakota del Sur.
¡Todo comienza con un sueño! Gracias por el sueño que Dios dio a los pastores Natanael Lizarazo, Barbara Wangsness y su hija, Alicia cuando perdieron a su hijo y hermano Jesús. Las transformaciones son posibles cuando la educación formal y el liderazgo cristiano van juntos.
Vecindarios vulnerables se transforman cuando el contexto de nuestras propias familias se transforma por los preciosos dones de la educación formal y la formación de liderazgo cristiano, cuando nos comprometemos a dar de nosotros mismos y transformar el contexto de nuestra familia.
Cuantas más familias como la mía se eduquen, más nos inspiraremos y empoderaremos para trabajar por la paz, la reconciliación, la justicia y el progreso para Colombia. Para mí es una alegría inmensa estar sirviendo en la Junta Directiva de mi amada Fundacion Camino de Emaus.
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